Sergio Salazar/ The Gamer
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Stanley Kubrick con su película 2011: A "Space Odyssey", Gene Roddenberry y "Star Trek" e inclusive Christopher Nolan con "Interstellar". Con sus películas, todos ellos presentaron ideas disruptivas sobre la exploración del espacio. En palabras del afamado Capitán Kirk: “El espacio, la última frontera”.
A través de la historia, la única posibilidad con la que ha contado la humanidad para viajar a las estrellas han sido sus sueños. Con la introducción de los videojuegos, especialmente Spacewar, en el año 1962, la humanidad "coqueteó" con la posibilidad de cumplir esos sueños a través del entretenimiento.
Juegos como Star Fox 64, Mass Effect y Elite: Dangers han colocado por lo alto las expectativas sobre los videojuegos de exploración galáctica para consolas. Otros juegos –como No Man’s Sky o Mass Effect Andromeda– han dado una mala reputación a las consolas en cuanto a este género, en los último años.
A diferencia de las PC, las consolas han tenido mayores limitaciones a la hora de crear un juego de esta inmensidad. Sus Unidades Centrales de Procesamiento (CPU por sus siglas en inglés) y Tarjetas Gráficas han limitado, en los últimos años, que se haga la magia que logran los desarrolladores para PC.
¿Qué pasa con las consolas de nueva generación, en especial con aquellas que pueden correr juegos en 4K y 64-Bits? ¿Por qué no se ve la calidad que tienen las PC en este género?
¿Será un problema de desarrolladores? Porque las tecnologías ya no son un impedimento. ¿Tal vez será falta de recursos? Sin embargo, si se tiene un diseño y un guión que guste, los mismos seguidores donan a la causa.
¿Entonces cuál es la justificación a la falta de juegos de exploración galáctica para consolas de nueva generación? Muy simple: No se tiene un diseño original. El éxito que ha sido Elite: Dangers se debe a su idea disruptiva. La compañía Frontier Developments decidió crear un universo donde la aventura y la exploración fueran lo principal y el combate, lo secundario. Mediante sus acciones, el jugador afecta directamente el universo que lo rodea.
¿No es eso lo que los jugadores desean: visitar un universo jamás visto, descubrir planetas y civilizaciones donde el combate (si es que se debe dar) quede en un segundo plano? No Man’s Sky prometió todo lo anterior y más, pero ahí mismo radica su problema.
La empresa Hello Games prometió un juego donde la exploración fuera lo más importante. Mediante fórmulas matemáticas, crearían un universo que constantemente creciera, creando, literalmente, un juego infinito. Ni aunque todas las personas del mundo lo jugaran se visitarían todos los planetas.
Pero defraudó a la hora de su lanzamiento, pues era una cascaron lleno de promesas que no se cumplieron. Con sus actualizaciones han reformado, de manera importante, el juego, creando algo parecido a lo que se prometió, mereciendo una segunda oportunidad por parte de los jugadores.
Por su parte, Mass Effect Andrómeda resultó ser un juego cargado de problemas. Con un universo por descubrir, se centró en el combate y dejó de lado esa última frontera que muchos añoran explorar.
Para PC hay infinidad de juegos que abarcan esta temática. Star Citizen es un ejemplo claro de cómo hacer un buen juego de exploración espacial. A pesar de estar aún en desarrollo, su aceptación ha sido más que satisfactoria. Tanto fans como expertos lo han comparado con el fallo inmenso que fue No Man’s Sky.
Solo el tiempo dirá si las consolas de nueva generación tienen la potencia disruptiva de llevar a muchos a galaxias muy lejanas.
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